El otro día fotografiando a una amiga, me preguntó: ¿si te gustan tanto los colores, por que haces tanta fotografía en blanco y negro?, y no supe dar una explicación que me convenciera.
Parece un hecho aceptado que una imagen en blanco y negro es más impactante, describe más, es más precisa y veraz; Pero la realidad es todo lo contrario. Al eliminar el color, estamos perdiendo información, y la imagen se aleja de la realidad que percibimos a diario, dado que nuestra vista es en color.
La imagen en blanco y negro, representa un nivel mayor de abstracción, y se presta más a comunicar la forma con gran detalle. Es nuestra visión nocturna, llena de matices e interpretaciones. La mayoría del gran público le otorga a la fotografía en blanco y negro una mayor calidad artística.
¿A qué el color entonces, qué puede aportar?¿Dónde dejamos el rojo sangre, el jugoso naranja, el ardiente amarillo, el venenoso verde, el volátil celeste, el inmenso azul o el misterioso morado?.
Los colores son nuestra fuente de emociones, una imagen en blanco y negro podrá golpearnos en el estómago, pero el color con sólo rozarnos puede erizar la nuestra piel. El color huele y sabe, el color suena y toca.
Hoy celebramos el Día Internacional del Color junto con el comienzo la Primavera y el Otoño, las estaciones del las emociones, las estaciones de los maravillosos colores. Festejamos hoy ese color que crea confusión, altera la forma, difumina el detalle y nos hace llorar y reír. Sólo a plena luz del día puede trasmitirse el color y la fotografía es luz…
Quizás una foto en blanco y negro sólo sea suficientemente buena, cuando al mirarla nos parece que rebosan los colores.