Normalmente un Artista puede llevar una vida feliz y razonablemente normal dentro de los esquemas sociales del momento que le toca vivir.
Incluso los Grandes Artistas, con sus rarezas, pueden ser tolerados y admitidos en sociedad.
Otro caso son los Artistas Geniales, que normalmente viven fuera de toda norma y no sujetos a ninguna de las reglas establecidas para una buena convivencia.
Y por encima de todos ellos están los Grandes Genios. Mentes creativas extraordinarias que no pueden ser admitidas por el común de los mortales y que incomprensiblemente sobreviven fuera de todo tiempo y lugar, ajenos a las leyes humanas.
Cuando fallece un Genio, el Mundo aliviado pierde un espíritu egoísta e inconformista, sincopado y rayano en la locura. Y mientras que sus herederos compiten entre ellos por hacer suyo el éxito y los beneficios de la genialidad que no heredaron, la Historia entusiasmada gana un visionario generoso que revisa y redefine el conocimiento de su época, llevando la Humanidad a un paso más lejos.
A pesar de esto, cuando te digan reiteradamente que eres insoportable e inaguantable no creas que piensan (ni pienses tu!) que eres un Genio… Lo más seguro es que no pases de ser un vulgar ineducado con Mal Genio.