La Crítica se debe ejercer primeramente sobre uno mismo, pero rara vez la usamos si no es con el prójimo.

Es una ayuda para la superación, aunque con gusto se usa para hundir.

Debe ser honesta y veraz, y a pesar de ello es frecuentemente maliciosa e impertinente.

Resumiendo: Que no es lo mismo el ser crítico que ser criticón.